Asylum Games presenta «POLIS: FIGHT FOR THE HEGEMONY»

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Aunque alguien podría pensar que el mundo de los juegos de mesa se circunscribe al Trivial Pursuit o al Monopoly, la realidad es que de unos años a esta parte, han evolucionado hasta convertirse en un auténtico universo creativo.

Podríamos decir que ya en los 80 la editorial inglesa Games Workshop publicó sus primeros juegos que hoy en día son reeditados; que también por aquel entonces Avalon Hill publicaba auténticos clásicos, pero la publicación de los juegos Colonos de Catán y Carcasonne provocó que esta afición se extendiera por todo el mundo por tratarse de juegos sencillos que, sin embargo, ocultaban tras su caja una complejidad inédita en los considerados comerciales.

Así, esa afición se extendió por Europa y Estados Unidos. Las denominadas “familias” (o más bien, especies) de juegos se extendieron. Tenemos desde juegos abstractos hasta juegos donde predomina la propia temática sobre lo que se suele denominar “mecánica” o funcionamiento del juego. Desde juegos de simulación bélica o wargames a otros de gestión de recursos con poca prevalencia del azar. Juegos en los cuales todos los participantes deben cooperar para superar una amenaza y otros en los que se esconde un traidor empleando un sistema de “rol oculto”. Juegos para la familia y para disfrutar en un corto espacio de tiempo, muy sencillos y que buscan que la gente simplemente se divierta (los denominados “party games”). Y lo que sin duda aportan y buscan todos ellos es un medio no sólo de interactuar y relacionarse con otras personas, sino también de aprender. Son juegos sociales.

A España esta afición llegó un poco más tarde, pero va creciendo cada año en intensidad. Cada vez son más los aficionados que acuden a los festivales de referencia en España, como, por ejemplo, el Festival Internacional de Juegos de Córdoba y cada vez son más los festivales y jornadas que nacen. Aparecen más tiendas especializadas y diversas editoriales se dedican a publicar juegos en castellano.

Dentro de este auge que se está dando últimamente en España también están surgiendo autores cuya obra nada tiene que envidiar a la de otros extranjeros.

Ahí es donde entra Asylum Games, una editorial que nace con el propósito primordial de dar a conocer juegos de mesa creados por autores españoles.

Como inicio de su andadura, han apostado por dos productos muy diferentes entre sí. El primero es Polis: Fight for the Hegemony, un juego de civilizaciones ambientado en Grecia, abarcando toda la Guerra del Peloponeso (siglo V a.C.). El segundo es 21 Mutinies Arrr! Edition, un juego sencillo y familiar ambientado en la Edad de Oro de la Piratería.

Polis: Fight for the Hegemony

Ambientado en el siglo V antes de Cristo, refleja la Guerra del Peloponeso que estalló entre Atenas y Esparta tras las Guerras Médicas, episodio por el cual todas las polis griegas se alzaron contra un enemigo externo para que su identidad sobreviviese. Sin embargo, tras el conflicto con Persia, las polis volvieron a separarse y las dos principales de estas ciudades-estado: Atenas por un lado con la Liga de Delos y Esparta por otro con la Liga del Peloponeso comenzaron a aglutinar poder y recelar la una de la otra. A ello hay que unir las irreconciliables diferencias entre una Polis y otra. Por ejemplo, Atenas estaba gobernada por una democracia (evidentemente no como la entendemos hoy en día) mientras que Esparta lo estaba por una oligarquía, o lo que es lo mismo, mando autoritario de unos pocos. Así, no era de extrañar que comenzasen a surgir tensiones que estallaran en la Guerra del Peloponeso, período abarcado por Polis: Fight for the Hegemony, juego diseñado por Fran Díaz.

Una de las primeras preguntas que se plantean es ¿por qué la Guerra del Peloponeso? Efectivamente se trata de un período bastante desconocido. Aunque tras un estudio de la época uno se da cuenta de la gran importancia de este conflicto. En primer lugar, porque en esta fase de la Historia se desarrolló paradójicamente la cultura, las artes y el pensamiento filosófico, sobre todo, de la mano de un genio como Pericles, strategos de Atenas que murió consecuencia de la peste durante uno de sus asedios. En segundo lugar, porque aunque la victoria final fue para Esparta, ambos poderes quedaron muy debilitados y prácticamente la Civilización tal como se entendía entonces desapareció para dar paso tiempo después a la etapa helenística de Alejandro Magno. En tercer y último lugar, porque tras las derrota de Atenas, la idea de democracia como forma de gobierno prácticamente desapareció en pos del gobierno de la oligarquía.

Entrando en la dinámica de juego, Polis: Fight for the Hegemony es un juego para dos jugadores en el cual, un jugador asume el rol de Atenas y su contrincante el de Esparta. El ganador será el jugador que haya conseguido reunir más prestigio y más población dentro de las murallas de sus polis.

Sin embargo y así contado, se puede llegar a pensar que esto es un Risk, y quien más conquista más puntos consigue. Al contrario, y éste es uno de los puntos más importantes de Polis, ya que el juego no premia sin más a quien conquiste más y gane más batallas. No, ya que la población de esas nuevas polis necesitará alimento para pasar el invierno y si no lo tienen asegurado, se rebelarán para volver a la neutralidad. Pero es que, además, si el jugador es demasiado timorato en su expansión quedará relegado en su carrera por la hegemonía. Así mismo, los movimientos militares, el expolio, están mal vistos por las polis neutrales y aliadas así que provocan la pérdida de prestigio. Hay que buscar, muy en resumen, un término medio entre expansión y suministro de las diferentes polis aliadas, teniendo en cuenta, por supuesto, las acciones del contrario.

Para llegar a la victoria, Polis se articula en acciones. Es decir, no hay turnos cerrados propiamente dichos al estilo: “tiro dados, muevo, ataco”. Cada jugador tendrá que realizar dos acciones diferentes entre sí a lo largo de cuatro rondas, y no hay límite a las acciones a realizar, la ronda terminará cuando ambos jugadores pasen. Para complicarlo un poco más, hay 12 acciones posibles y que abarcan diferentes ámbitos de la vida en aquélla época y no sólo circunscritos al combate: Política, Desarrollo o Creación y Militar. Por tanto, un jugador con esas dos acciones podrá reclutar hoplitas (la infantería de la época) y comerciar con un Imperio exterior (Egipto, Persia, etcétera), o mover a su Próxeno (embajador de la época) y provocar una Stasis (guerra civil), etcétera. En definitiva, las posibilidades son inmensas de cara a la estrategia de cada jugador y por experiencia, puede decir que he visto muchas maneras de ganar, por lo que una estrategia lleva a cabo por un jugador puede ser perfectamente válida de cara a conseguir la victoria.

En otro orden de cosas y por una lado, es un juego que conjuga a la perfección un fuerte componente temático, ya que, por ejemplo, se juegan cartas de Evento que reflejan sucesos históricos (regicidios en Persia, intrigas para buscar la alianza de Polis enemigas, etc.), Proyectos reales que conceden prestigio de cara a la posteridad (estatua de Venus, teatros, festivales en honor a los dioses, juegos, etc.) y que esos Proyectos sólo pudiesen ser acometidos por determinadas polis de acuerdo a la realidad. Y por otro lado, un fuerte componente de gestión de recursos, con usos muy distintos: Trigo, Aceite, Madera, Hierro, Plata, Vino y, por supuesto, Prestigio. Con poca influencia del azar, lo que implica que los jugadores tendrán libertad para planificar su próxima jugada. Sin olvidarnos del componente del combate que es un mini-juego en sí mismo, puesto que se resuelve mediante cartas que reflejan las tácticas de la época, desde el prestigioso avance de los hoplitas con el escudo y la lanza en ristre, el Othismos, a la cobarde emboscada gracias a la llamada del Salpinx.

Más información sobre Polis: Fight for the Hegemony en la página web de Asylum Games Editorial, en su perfil de Facebook o siguiendo la editorial en Twitter: @asylumgamesed.

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