Entrevista con MIGUEL ÁNGEL JIMÉNEZ, director de «LA MINA (THE NIGHT WATCHMAN)»

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La mina

Este viernes 29 de julio llega a la cartelera española el thriller psicológico La Mina (The Night Watchman), nuevo largometraje de Miguel Ángel Jiménez, director español de especial sensibilidad y talento. TUMBAABIERTA.COM ha tenido la oportunidad de entrevistar al cineasta con motivo de este estreno.

¿Cuál fue el origen de la historia de La Mina? ¿Cuáles fueron las fuentes de inspiración de este proyecto?

Comenzó todo en un bar de Madrid cuando Luis Moya me sugirió escribir una historia sobre un chaval jodido por la crisis que encontraba trabajo en agosto para vigilar el Edificio España por la noche. Desarrollamos ese guión que se llamó “El Vigilante”. A partir de ahí, de ese verano de 2012 cuando escribimos la primera versión hasta el verano pasado de 2015 cuando comenzó el rodaje, los personajes y los ambientes han ido cambiando una barbaridad siguiendo a las diferentes circunstancias de la producción. La historia se reubicó en Detroit, en un templo masónico, luego en Luisiana a la zaga de True Detective… Finalmente, el parecido de las cuencas mineras de Kentucky a las asturianas salvaron y determinaron el futuro de “nuestra historia”. En definitiva, y después de haber llamado, vestido y colocado en tantos escenarios a Jack Mayfield, el protagonista (una vez fue Manuel Lobo y estuvo en Las Ventas viendo una corrida pero él no lo sabe) creo que lo que siempre ha permanecido ha sido el deseo de un hombre muy jodido por su pasado y sus actuales circunstancias por recuperar su dignidad, su vida y volver a tener el cariño y respeto de su familia. Como fuentes de inspiración han terminado estando por más o menos tiempo en nuestras cabezas, tras nuestro largo periplo en las reubicaciones de la historia, El Resplandor, La escalera de Jacob, Deliverance, Fat City, La Noche del Cazador

¿Cómo ha sido sumergirse en el género fantástico a través de la historia narrada en «La Mina»?

Bueno, era el género el que nos daba la oportunidad de contar nuestra historia, el que nos “salvaba” para poder llegar a las salas, así que le tuvimos presente todo lo que pudimos y todo lo que el presupuesto nos dejaba. De todos modos, creo que no es “fantástico” el género al que pertenece. Quizá terror, pensando en el último cuarto de hora de la película… En cualquier caso, rodar es para mí siempre un privilegio, y creo que yo ya estoy dispuesto a hacerlo a cualquier precio. Nunca me gustaron los monstruos y mi corazón y mi cabeza siempre estarán con los habitantes de la granja luchando por tirar adelante y sobrevivir a su pasado, a las circunstancias y a ellos mismos y sus pasiones.

Los clásicos del género siempre están muy presentes en las nuevas producciones de suspense y terror, ¿qué referencias o influencias citarías?

Siempre de un modo muy lejano y con infinito respeto: por un lado Deliverance y Fat City, y por otro Las colinas tienen ojos o La Matanza de Texas.

¿Cómo fue el rodaje de la película?

Un privilegio angustioso, maravilloso y brutal. Una época donde muchos fuimos muy felices y terriblemente desgraciados en un puñado de semanas. Una pesadilla largo tiempo ansiada y un mal recuerdo que hecho demasiado de menos. Siempre he pensado, después de mis anteriores dos películas Ori y Chaika,que rodar es atender a la destrucción de un sueño, sigo pensando igual. Aun así, no hay nada que me guste más que conducir a una localización muy lejana para iniciar un nuevo día de rodaje. Ojalá hubiera podido vivir hace quinientos años y ser militar… De momento me conformo con buscar dinero para poder rodar unas cuantas semanas cada tres años o así.

¿Fue muy duro para los actores ponerse en la piel de sus personajes?

Creo que no, que Matt Horan tiene algo de Jack Mayfield, las mismas ganas de tirar de nuevo para adelante y hacerse respetar. Y Kimberley Tell es igual de dura consigo misma como Alma se resiste en perdonar y comprender a Jack. Creo que ambos son unos maravillosos actores y espero que hagan muchas cosas más en el futuro porque realmente lo merecen. Jimmy Shaw está magnífico, a mi juicio, en el papel de Mike el reverendo y él si que dista enormemente del personaje, es un actor impresionante y un tipo serio e implicadísimo con su oficio.

La banda sonora cumple un papel especialmente destacado en «La Mina», ¿en qué sentido la has utilizado y con qué fin?

Desde que encontré a Matt Horan y le propuse el papel protagonista, la música se hizo paso a codazos en la producción. Siempre me ha encantado que los actores canten en mis películas y aquí tenía ahora un verdadero profesional y amante de la música tradicional americana. Fue él el que me habló de Roscoe Holbcom y de Hank Williams. En seguida escribimos escenas musicales en el guión y es de los elementos de la película de las que estoy más orgulloso y más me hacen disfrutar cada vez que la veo.

¿Qué perspectivas tenéis a nivel internacional para La Mina?

Eso habría que preguntárselo a los señores productores. Personalmente me contentaría con que los productores consiguieran mostrarla más allá de nuestras fronteras, pero está claro que es una película pequeña hecha por gente desconocida, yo de momento estoy muy contento de que llegue ahora a tantas salas aquí.

En próximos proyectos, ¿deseas continuar la senda del fantástico o cambiar nuevamente de registro?

Haré lo que pueda y me dejen. Seguiré buscando dinero para poder seguir quejándome de lo feliz que soy rodando aún en muy malas condiciones. Y esto lo intentaré bajo cualquier género y excusa, siempre que al otro lado quede alguien dispuesto a creerlo una vez más. Yo por mi parte y junto con mis valientes compañeros, seguiremos intentándolo.

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