Hay nombres ligados indiscutible mente a la evolución del género fantástico en el cine. A pesar que sus intervenciones sean decisivas para la configurar el éxito de una cinta sus precensia siempre permanece oculta para el gran público. Este es el caso de Carlo Rambaldi, caracterizador y creador de marionetas robotizadas (animatrónicas) sin cuyo arte no conoceríamos a las criaturas aparecidos en Alien: El octavo pasajero (Ridley Scott, 1979) o E.T. El extraterrestre (Steven Spielberg, 1982) tal y como aparecieron en estos hitos de la ciencia ficción.
El artista italiano, que abandonó la industria cinematográfica en 1988, fallecía el 10 de agosto en 2012 dejando atrás un legado que incluye, además de las mencionadas colaboraciones con Scott y Spielberg, los efectos especiales de Rojo oscuro (Darío Argento, 1975), el simio gigante aparecido en el remake de King Kong (John Guillermin, 1976), el estraterrestre de Encuentros en la tercera fase (Steven Spielberg, 1977), el monstruo Dagoth de Conan, el destructor (Richard Fleischer, 1984), las criaturas de DUNE (David Lynch, 1984) o el hombre lobo de la adaptación de la novela de Stephen King Miedo Azul (Daniel Attias, 1985).
