En colaboración con el Instituto Polaco de la Cultura en Madrid y la Asociación Polaco-Canaria ARKA, TEA Tenerife Espacio de las Artes ha preparado la muestra ‘Carteles de Cine: La escuela polaca en los años 80’, que se podrá ver en el espacio expositivo de la tienda de TEA del 21 de abril 1 de junio, de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 y los sábados y domingos, de 10.00 a 16.00.
Esta exposición reúne 15 obras seleccionadas entre las más representativas y creativas de la prolífica, imaginativa y reconocible Escuela Polaca del cartel de cine durante esa década, con creaciones de los más destacados diseñadores e ilustradores de ese período, como Andrzej Pagowski, Wieslaw Walkuski, Kaja Renkas, Wiktor Sadowski o Mieczyslaw Gorowski, todos ellos prestigiosos y premiados creadores.
Entre las obras seleccionadas, se ha intentado dar cabida tanto a obras representativas del cine polaco de esa década, como a carteles de películas de diferentes nacionalidades, desde Arde Mississippi, a El festín de Babbette, pasando por Armas de mujer y El imperio del Sol, en los que se demuestra la enorme creatividad y el talento de estos creadores, en una tradición, la de la Escuela Polaca del cartel, que se remonta a los años 50 y que se mantuvo hasta principios de los años 90, con la caída del bloque comunista.
«El cartel es un orgullo nacional en Polonia y su papel en la vida cultural, es de singular importancia». Con esta notoria frase se manifiesta la importancia que tuvo y sigue teniendo el cartel artístico polaco. Surgido antes de la II Guerra Mundial pero ganando importancia y notoriedad alrededor de 1950, los artistas gráficos cansados ya de la descripción narrativa vieron en el cartel un nuevo medio de expresión como exponente de una libertad creadora. La devastación sufrida en Polonia tras la II Guerra Mundial hizo que la mayoría de los aspectos artísticos y culturales cayeran en el abismo. Sin embargo, y aunque resulte paradójico, surgió la escuela polaca de carteles artísticos, una escuela que alcanzaría su apogeo en los años 50 a nivel general y en los 60, 70 y 80 con el cartel de cine en particular.
Los diseñadores de carteles o afiches cinematográficos, emplearon un lenguaje «sencillo», basados normalmente en el humor y en la metáfora. La idea era sugerir más que mostrar. De esta manera, el cartel se convirtió casi en una imagen conceptual. Un recurso semántico consistente en el rechazo de la descripción narrativa para acercarse a la abreviatura, a la metáfora visual. Aunque la Edad de Oro del cartel o afiche cinematográfico se sitúe en los años 60 y 70, la tradición artística, muy promovida entonces, continuó dando sus frutos en la década de los 80. De esta manera surge la tercera generación de artistas pertenecientes a la Escuela Polaca. Una generación que ha sabido mantener la práctica artística y atrayente aunque un tanto alejada del reflejo histórico que vivió el país durante las décadas anteriores. Una generación que creció fuertemente influenciado por ese aire de libertad creadora, llena de fantasía y soltura que han sabido traspasar a sus propias obras. De la mano de artistas y diseñadores como Wieslaw Walkuski, Victor Sadowski o Andrzej Pagowski formados en la Academia de Bellas Artes de Polonia bajo la tutela de los maestros cartelistas anteriores, supieron tomar como fuente directa el estilo y creatividad propia de la escuela para adaptarlos a su tiempo y crear una serie de afiches cinematográficos en la línea de la Escuela.
Estos artistas lograron crear una gráfica inspirada en las películas pero sin mostrarlas. Ellos jugaban con el concepto, con la simbología y la lectura entrelíneas creando así una dialéctica con el espectador. Una gráfica que, aunque continúa hoy disfrutando de reconocimiento, lamentablemente se ha ido desvaneciendo en el tiempo lo largo de las décadas siguientes por diferentes razones como: la Revolución de 1989 o la privatización de la industria cinematográfica concluyendo así la década de los 80 como la última Edad de Oro de esta escuela.
