John Wick:Chapter 3 - Parabellum
Pues aunque de los 4 que quedamos por aquí, al menos 2 no parecen estar de acuerdo conmigo, esta saga me sigue pareciendo lo mejor que ha dado el cine de acción norteamericano (entendamos como tal cosa el cine de acción puro, de tiros, de toda la vida, en lugar de las miles de pelis de superheroes actuales) en lustros como poco. Y lo es porque, amen de una fotografía e iluminación acojonante, unos decorados y escenarios de la polla, y un acabado técnico pasmoso, es capaz de, aun basando prácticamente todo su potencial en una inacabable ristra de tiroteos y peleas que podrían llegar a hacerse agotadoras, cimentar dicha oferta en una planificación de las escenas y coreografías de primer orden, y a base de imaginación (que no es tan fácil) ofrecer algo más y distinto para que cada nueva secuencia de acción acabe siendo una puta fiesta, aun, y eso os lo concedo, recordando a una estructura de videojuego donde las docenas de enemigos sin rostro cada vez son más jodidos y de mecánicas más complicadas para despachar.
La cinta además sabe manejarse con un sentido del humor bad-ass y socarrón, donde la exageración y espectacularidad de las ejecuciones muchas veces resultan de carcajada y aplausos en pie. Y mola también porque, fuera de las docenas de especialistas que sin duda habrán muerto con diferentes atuendo a lo largo de la película repetidas veces, tanto los villanos reconocibles, aun con cuatro pinceladas, como los sidekicks o secundarios, molan lo suyo; a Mark Dacascos le daba por jubilado o condenado al pozo omega de la caspa más indigna, y sin embargo aquí está de vuelta con el personaje más interesante que le he visto desde El Pacto de los Lobos como poco, y con puntos extra además por unirse al club de los calvos que pronto dominaremos el mundo
; Halle Berry y sus chuchos se roban el show en la escena que protagonizan codo con codo con John Wick, en un despliegue de nuevo de planificación y trabajo tras la cámara (no quiero ni pensar lo que debe haber costado todo ese trabajo de entrenamiento de los animales y coordinación de la coreografía y trabajo de cámara) que simplemente, parece de otro mundo. Lance Reddick sigue estando genial como recepcionista del hotel de exquisitos modales, y aquí le dan oportunidad de volar unas cuantas cabezas; el careto y la forma de repartir hostias de Yayan Ruhian no se le escapan ya a nadie una vez se le ha visto en The Raid, y da de nuevo una pista del buen gusto y criterio de los responsables de la cinta: dejar el peso de la acción sobre varios de los mejores especialistas del planeta en ello. Chapeau.
Podría seguir hablando del plantel (Jerome Flynn, Angelica Houston, Ian McShane), porque casi todos están magníficos aun siendo este un genero que da tan poco lugar a la interpretación, pero baste con decir que normalmente si te dan dialogo, eso es que el personaje mola, casi sin excepciones; quizá el giganton de la biblioteca sea el único al que le podrían haber puesto a darse de hostias ahorrándose la cháchara, aunque genera un, tan típico en estos menesteres, como estupendo dialogo... "-14 millones es un montón de dinero - No si no puedes gastarlo"
En fin, que me ha parecido una gozada (lo de los subtitulos forzados con estilazo, otro puntazo y un toque de personalidad para la peli), de entrada quizá me ha gustado más que la segunda, aunque quizá la pondría por debajo de la primera y su tan aplastante sencillez como contundencia. Aunque si tuviera que ponerle una pega, seria el empeñarse en seguir estirando la saga y no haber dado un cierre a la historia tras 3 películas... No creo que estén tan inspirados para siempre. Aunque a cambio siguen expandiendo su universo, y si siguen así, será un gustazo comprobar hasta donde llega. Un 8.5.
Dagon: La Secta del Mar
Hace un par de días acometí la revisión de esta peli, tras haberla comentado por aquí hace poco, la cual no había vuelto a ver desde la primera vez que me la eché a las pupilas; alquilada de videoclub a principios de milenio en contubernio con un buen amigo, en lo que recuerdo fue una maratón del terror español de la época (al menos Tuno Negro y School Killer acompañaron a ésta en lo que sin duda fue todo un despliegue de audacia, cuando no de temeridad) que no me dejó con demasiadas buenas sensaciones sobre el estado del género patrio, me alegra decir que la he disfrutado bastante más de lo que recordaba haber hecho hace tantos años.
La peli es barata y a menudo cutre, para que negarlo. Algunas interpretaciones no merecen ni tan elevada denominación, con Raquel Meroño como primer ejemplo más visible pero ni por asomo más alarmante (imagínense así pues), y un Ezra Godden como pseudo héroe protagonista que parece una elección de circunstancias al no poder contar con Jeffrey Combs; de hecho, no puedo evitar la impresión de que le eligieron por su parecido, una vez colocadas las gafas, con el tan genial como infravalorado actor fetiche de las previas cintas lovecraftianas de Stuart Gordon.
Sin embargo, ya solo el atreverse con Lovecraft da puntos, el hacerlo de forma tan aceptable, merece un respeto, el conseguir una ambientación en mucho momentos tan conseguida y mal rollera es para rendir cierta pleitesia, y que me aspen si el famosisimo videojuego Resident Evil 4 y sus paletos poseídos por Las Plagas no han sido más que inspirados, prácticamente plagiados al dedillo, de las hordas de sectarios gallegos de esta cinta.
Aparte, y como contraste, tenemos la última actuación en vida de un Paco Rabal que hasta en un anuncio de arena para gatos hubiera sido incapaz de no impregnar el asunto de su buen hacer, vozarrón y presencia, y la primera que yo al menos recuerde de una Macarena Gomez cuya mirada magnética la acompañaría durante todos estos años para cimentarse como, sin duda, una de las actrices más afines al fantástico español.
Todo ello junto con una sensación pesimista y de incomodidad, bastante sangre, y un final con dos cojones y que sinceramente no recordaba tan satisfactorio y anti comercial, me hace perdonarle muchos de sus defectos y que el balance me haya finalmente resultado mucho más positivo de lo que en su momento me dio impresión. Un 6.5, cerca del 7.
Before Sunset
Segunda parte de la peculiar trilogía romántica tan a cargo de Richard Linklater como de sus protagonistas Ethan Hawke y Julie Delpy. Es esta ocasión tenemos el reencuentro de los personajes de la cinta anterior, nueve años después, en lo que parece una cinta de transición en su historia que prácticamente transcurre en tiempo real, esto es, pasa tanto tiempo para los espectadores como para los personajes durante la película. De nuevo la sensación de naturalidad y de timidez, vencida solo por arranques, casi involuntarios, de los personajes merced a sus pasiones y emociones exaltadas, es abrumadora, todo apunta que los actores se apoyaban sin duda en sus propias vivencias, como en condiciones ideales debe ser. Sin embargo no me resultó tan redonda como la cinta anterior, ya que esta acaba dando la impresión de que no se ha cerrado siquiera el resultado de este reencuentro, pero dejando igualmente con una sonrisa esperanzadora. Un 7.5.
Before Midnight
Y tercera parte de la trilogía, donde tenemos lo que se podría llamar, la parte tras el romance, la más terrenal y por así decirlo, mundana, la descripción de la relación en un punto avanzado y consolidado de la misma, y las dudas e inquietudes que ello genera, cuando ya la chispa, la novedad y la pasión no son la misma. Con todo ello se conforma a base de estas tres películas lo más cercano que he visto a una representación tan realista como acertada en su tono de la vida de pareja, tan excitante y llena de ilusión y magia en un principio, como trabajosa e incluso complicada de llevar a cabo (en el sentido del compromiso, la rutina, y las responsabilidades y cargas que surgen) al pasar de los años. Libre de artificios y chorradas, simplemente reflexiones (donde es verdaderamente de agradecer que los personajes sean en su mayoría personas inteligentes, incluso brillantes) y sensaciones y reacciones viscerales, que a veces, por mucho que no nos guste, rallan en la crueldad con la pareja, y quien más quien menos reconocerá haber recibido o provisto. No es mi tipo de cine ni de puta coña, pero hay que reconocerlo y descubrirse cuando está hecho con semejante acierto. Un 8.
What We Left Behind
Y volviendo a mi area of expertise antes de que me estalle una vena del cerebro o se enteren mis fans, un documental que sin duda disfrutarán mucho más los iniciados y plenamente los fans acérrimos como el que suscribe, pero que considero puede resultar interesante también a neófitos, sobre la ramificación más oscura de las series Trek hasta el momento.
Con muchos trasfondos y temas que, como vemos en cartas de los espectadores del momento, a muchos fans no les hicieron ni puta gracia (la anulación de las libertades en nombre de la seguridad, la paranoia, el terrorismo, el racismo, la justificación del fin a pesar de los medios, y un larguísimo etcétera), al igual que la serialización de las tramas, en contraste con las series Trek anteriores, donde se podían ver los episodios absolutamente desordenados que no notabas la diferencia (algo impensable en la mayoría de series actuales), Star Trek: Deep Space Nine siempre fue el patito feo de la franquicia y vivió a la sombra de la intocable The Next Generation en su momento, para luego pelear también con la claramente inferior Voyager, ambas con unos vista más optimistas y estética y sensaciones mucho más "limpias".
Solo el hecho de que tanto en Voyager como en la previa TNG hubiese una nave estelar visitando cada semana un nuevo planeta o sistema desconocido, en contraste con una estática estación espacial donde la mitad de las cosas no funcionan, a la Flota Estelar no la quieren, los personajes no acaban de llevarse bien entre ellos, y su capitán (en realidad inicialmente comandante) empieza la serie antagonizándose con Jean Luc Picard nada menos (normal por otro lado cuando le consideraba responsable, y no sin cierta razón, de la muerte de su esposa), ya le granjearon muchas antipatías en su momento; sin embargo, con el paso de los años, y con toda justicia, la serie está siendo cada vez mejor considerada, y es que es probablemente la que mejor desarrollo e interacción entre sus personajes presenta.
Todos comienzan la serie de una manera pero crecen y acaban de otra totalmente diferente, y existen secundarios, como el sublime y ambiguo Garak (superlativo Andrew Robinson, el Scorpio de Harry El Sucio) que se roban en show cada vez que aparecen, muy por encima del cast regular; Se aprovechan infinitamente mejor de lo que venían siendo hasta ahora incluso un par que procedían de TNG, como son el currante Jefe O'Brien (Colm Meany, que compone uno de mis personajes Trek favoritos de todos los tiempos) y el klingon Worf, que en TNG era poco más que un punching-ball, pasando por todo tipo de experiencias y perrerias (la verdad que les puteaban que daba gusto).
Los personajes femeninos por cierto patean unos culos que ya quisieran los masculinos, con una mayor Kira a la cabeza que es una ex terrorista con lado espiritual a la que nunca le gustó depender de nadie, y se adelantan años (como casi siempre en Star Trek) a toda la tendencia liberal actual. Lo único malo, que no se puede tocar en el documental todo lo que dio en 7 temporadas una serie que, irónicamente aun con su único emplazamiento fronterizo y estático (aunque luego no lo fue tanto, siempre hay lanzaderas y posteriormente una nave, la Defiant, lista para explorar y combatir cuando hace falta) llegó, con audacia, a donde ninguna otra serie Trek lo había hecho antes. Y anda que no me han dado con ello ganas de volverla a ver. Un 9.