Mi relato

[Patrick_Bateman]

ola a todos! soy nuevo en el foro asi ke me presentare. Me llamo narciso tengo 18 años y soy de malaga. bueno, mis aficiones son el cine, el comic, la literatura y la musica rock jaja
Aqui os presento el relato (sin titulo aun) ke estoy acabando de escribir y ke si todo va bien formara parte de una obra compuesta por varios relatos cortos de terror.
espero ke lo disfruteis...aunke lo ke mas espero son vuestras opiniones. cuando lo acabe publicare el fragmento que falta.
saludos y gracias!

pd:habra faltas ortograficas pero ya las corregire cuando lo concluya.


Son las 00:16 horas de la madrugada en el hospital psiquiátrico de una ciudad que en estos momentos lucha por sobrevivir a los inexplicables ataques de unos seres cuya procedencia resulta hasta el momento desconocida. Sólo se sabe que se comenzaron a ver hacia las 23:00 horas y que desde entonces no han dejado de asesinar a cualquier criatura que se les haya puesto por delante. La policía ha conseguido matar bastantes de ellos pero no consiguen reducirlos. Son fuertes, ágiles, y lo mas peligroso, carecen de razón de ser y sentido común.
En una sucia habitación acolchada Roger Owen, un peligroso psicópata acusado de varios y salvajes asesinatos mira por entre los gruesos y oxidados barrotes de la ventana como a lo lejos la ciudad que le vió nacer (y mas tarde se arrepintió de ello) arde y se hunde por el caos que reina... aunque no es menos que el caos que hay dentro del psiquiatrico, donde las sanguinarias bestias ya han entrado y se abren paso derramando sangre.
De la boca de Roger salen alaridos de rabia por no poder participar en la masacre que se esta produciendo al otro lado de la puerta que le separa de los pasillos. Tan solo puede oir rugidos, gritos, golpes...toda clase de sonidos provocados por la cólera, el dolor y la muerte.
En su rostro se dibuja una sonrisa que deja ver unos dientes marcados por los mordiscos propinados a los barrotes de su ventana. Algunas de sus piezas dentales estan partidas y otras afiladas.
Sabe que ahí fuera la gente esta siendo masacrada, no solo los celadores, cuya muerte es casi comprensible que alegre a Roger ya que estos le han hecho la estancia en el psiquiátrico poco menos que imposible sino también la gente que a estas horas debería estar durmiendo o paseando tranquilamente por las calles acompañadas de sus parejas o amigos mientras se deleitan con la luz de la luna llena que luce en el cielo siendo testigo de toda la barbarie...y eso tambien le hace feliz, lo excita, lo llena de alegría así como de envidia por no estar en condiciones de acompañar el baño de sangre. Ni se preocupa por la procedencia de las extrañas criaturas, solamente le importan los hechos que están aconteciendo.
Algo golpea la puerta de la celda y luego la arranca de cuajo, pero Roger pierde el conociemiento casi al instante, sin tiempo de ver nada de lo que ocurría tras sus cuatro paredes particulares. Todo ocurre muy rápido.
Una hora después los lamentos y rugidos han cesado. Todo está en aparente calma.
Roger abre los ojos y siente un metálico sabor sanguinolento en su paladar. Ha estado tragando sangre un buen rato desde que perdió el conociemiento ya que con el golpe se le a abierto una herida en la pared de la boca.
Poco a poco se incorpora de nuevo, sintiendo como le duelen todas las extremidades a cada moviento que realiza. Se apolla en el umbral de la puerta y se asoma para ver si ocurre algo fuera de lo normal en los pasillos. A la derecha puede ver la puerta de acero de su habitación tirada en el suelo y completamente abollada, además se percata de que hay salpicones de una sustancia casi negra por las paredes...probablemente sangre seca.
Casi al fondo del pasillo ve un bulto tirado en el suelo y justo al lado un bultito mucho mas pequeño.
Gira la cabeza para ver que hay en la parte izquierda del pasillo. Lo primero que le sobreviene al mirar es una arcada que por poco le hace vomitar debido al nauseabundo olor a visceras y sangre. Ve un cadáver sentado y echado sobre la pared. Se nota claramente que alguien le ha intentado arrancar la caja torácica de un modo brutal. El resultado son todas las costillas rotas y de punta sobresaliendo de la carne por entre el pecho abierto de arriba a abajo. Los pulmones y corazón están destrozados...masticados parece, y caen deslizados por la apertura del pecho hasta la entrepierna mientras que los intestinos descansan rasgados alrededor del cuerpo sin vida. Parte del cuero cabelludo ha sido despegado del hueso dejando a la vista los capilares sanguineos y el cráneo.
Hay sillas tiradas a lo largo del pasillo así como bisturíes, trozos de ladrillo arrancados de la pared y algunos despojos de ropa y lo que parecen ser trocitos de carne. Todas las habitaciones que recluian a otros enfermos se hayan vacías. Algunas lámparas están apagadas o rotas y las que aún funcionan parpadean incesantemente resultando desagradable a la vista.
Roger avanza por la parte derecha del pasillo, con cuidado y a paso muy lento. De vez en cuando vuelve la vista atrás para serciorarse de que ninguna sorpresa se le aproxime por detrás.
El bulto que antes vió tirado en el suelo comienza a tomar forma. Es uno de los médicos que trabajaban en el sanatorio. El bultito pequeño que le acompañaba no es otra cosa que su cabeza sin la mandíbula inferior.
En estos momentos Roger solo quiere salir del edificio y la verdad es que no está lejos de la salida, lo que de verdad le inquieta es lo que puede encontrar fuera. El psiquiatrico no está instalado en plena ciudad, sino fuera, en la zona de los polígonos industriales.
Llega al final de pasillo y baja por una escalera de caracol que lo lleva a la zona de enfermería. Allí está todo tirado por los suelos y revuelto.
Algo llama la atención de Roger. Sobre la mesa de operaciones hay un cuerpo destrozado pero no
es de un médico. Sea lo que sea es de un color parduzco con tonos verdosos... parece un cadáver en descomposición. Al acercarse para inspeccionarlo aprecia que se haya lleno de profundísimos cortes y uno de sus brazos cuelga de la mesa partido formando una L y goteando sangre. Sus manos son grandes y los dedos muy extraños. A partir de la primera falange se convierte ya en una afilada uña negra. Todos son del mismo tamaño, unos 12 centímetros.
Su cabeza es otra desagradable visión. Carece de ojos y fosas nasales, así como de pelo y orejas. En compensación a la falta de elementos faciales una enorme boca sin labios, con los dientes siempre a la vista ocupa casi toda la zona de la cara.
No está en descomposición...la criatura es así. Lo mas probable es que los médicos consiguieran reducirla y matarla, pero eso no importa. El problema es que no es la única. La ciudad estará llena de estas alimañas salidas de dios sabe donde. Antes de seguir su camino Roger recoge un bisturí del suelo que puede serle útil en algún momento.
La puerta de salida está abierta de par en par dejando ver el ruinoso paisaje del exterior.
Con el pequeño instrumento cortante agarrado con fuerza en una mano el hombre sale a fuera, al jardín que hay en la puerta del sanatorio. Recorre el caminito de piedra hasta llegar a la verja metálica que da a las calles del polígono.
Las naves industriales están iluminadas por la anaranjada luz que dan las farolas y no hay ni una sola nube en el cielo aunque no por ello Roger se siente menos inquieto. Se oyen los grillos.
El hospital a quedado ya atrás y ahora lo que hay frente a Owen son calles llenas de cajas de madera y alguna que otra grúa, charcos de agua sucia, las enormes naves industriales con sus grandes puertas y el nombre de la empresa escrito en letras gigantes en la parte superior y sobre todo una soledad de proporciones bíblicas. Los rincones donde no llega la luz de las farolas ni la luna no son simplemente oscuros... son negros.
Desde hace un par de minutos se oye a lo lejos una especie de zumbido inclasificable debido a la lejanía, esto hace que nuestro psicótico fugado agudize el oído para intentar hayar la fuente del sonido. Posiblemente lo esté causando alguien y con un poco de suerte quizá sea humano.
Hay que buscar el camino a la ciudad, allí habrá supervivientes, pero son demasiados años encerrado como para recordar por donde se sale del polígono para coger la carretera que lleva directo a la urbe. Encontrarla será cuestión de dar bastantes vueltas por el lugar hasta topar con los límites de la zona.
El zumbido no cesa.

Nota ya caliente la empuñadura del bisturí. Lo tiene agarrado con fuerza, como si su vida dependiese de ello...y en cierta medida así es.
El zumbido se hace más cercano. Más y más.
Avanza por un camino asfaltado en cuyos laterales se levantan mas naves industriales. No deja de mirar a un lado y a otro nervioso, con el constante instinto de hundir la cuchilla en la carne de cualquier ser que se le aproxime.
A pocos metros ve algo. Por fin la carretera con destino a la ciudad, aunque hay algo que no cuadra. Un coche patrulla empotrado contra un quitamiedos mientras la luz de una farola lo ilumina. Roger se detiene a unos quince metros para ojear el panorama.
Encima de la farola hay algo. Una silueta sentada en cuclillas. Una silueta casi humana.
Sin dejar de clavar la vista en la oscura silueta Owen se va acercando muy lentamente al vehículo. Quizá este funcione y lo pueda llevar a la ciudad, pero esa silueta en la farola no es normal. Es demasiado grande para ser un gato, y un hombre evidentemente no es.
El puño que sostiene el bisturí tiembla por la presión que ejerce sobre este. Suda.
Gracias a Dios la incertidumbre de nuestro protagonista desaparece por completo cuando ve que el dueño de la extraña silueta salta desde la farola hasta el suelo, el cual retumba levemente. Se incorpora y vuelve a ponerse en cuclillas. Si, se trata de un engendro idéntico al que pocos minutos antes había visto muerto en el sanatorio. Este no está muerto y su actitud parece algo agresiva. Su postura recuerda a la que adoptan los gatos instantes previos a saltar sobre su presa.
El bisturí de Roger está casi fusionado con su mano. Sabe que tendrá que usarlo.
En milésimas de segundo el monstruo se lanza sobre Roger, el cúal intenta cortar el cuello de la bestia pero el agetreo de la situación no le permita acertar a su objetivo y solo consigue rajar su pecho de hombro a hombro. El bisturí se parte y el ser casi ni se a inmutado de la herida.
En la siguiente embestida Roger propina con la parte interior del puño un golpe con todas sus fuerzas y rabia justo en el lateral derecho de la horrible cabeza del monstruo, que cae fulminado durante un par de segundos. Estos segundos son aprobechados para correr hacía el coche rezando par que arranque. Si entrase en el vehículo y este no funcionara sería el final, la bestia lo masacraría ahí dentro. Aún asi es necesario intentarlo.
El maldito engendro ya está en pie y el corazón de Roger late con una intensidad endiablada. Casi se oyen los latidos desde fuera y sus zumbidos golpean el pecho como un tambor.
Entra en el coche tan rápido como humanamente puede. No hay conductor, solamente algunos salpicones de sangre y grietas en el parabrisas. Acelera y da marcha atrás. El corazón de Roger parece calmarse levemente tras ver que al menos eso ha salido bien.
Pone rumbo a la ciudad y por el espejo retrovisor ve al monstruo en mitad de la carretera contemplando como se aleja. No se molesta en perserguirlo, ni Roger en dar la vuelta para atropellarlo. Parece que el combate ha concluido con cero bajas aunque con ambos heridos ya que mientras conduce se da cuenta de que en su antebrazo izquierdo tiene un arañazo que incluso a rasgado la manga de su pijama blanco. Nota el cálido tacto de la sangre acariciar su piel y descender asta la mano. Se lo habrá hecho la criatura cuando saltó sobre él. Pese a lo poco apropiado que resulta para el momento lo primero que se le viene a Roger a la cabeza es ponerse algo decente de ropa al llegar a la ciudad. Luego piensa en el ser que acaba de ver y en su incierta procedencia...¿de donde ha salido? ¿qué es exactamente? ¿cuantos mas hay? Ni idea. No hay respuestas.
Atrás va quedando poco a poco el polígono y los problemas que pudiese acarrear mientras que la gran urbe se acerca. Allí todo puede ir a peor o a mejor, todo depende de la clase de criaturas que predominen. ¿Cabe la posibilidad de que un grupo de personas no hayan huido y se hagan fuerte en la ciudad mientras luchan por sus vidas? Probablemente no, pero sería justo lo necesario ya que sino es así Roger estará solo en una jungla de cemento.
Seguramente si se encuentra con alguien que no le sea útil lo matará sin dudarlo. Para él no es solo afición, es necesidad y principios, y es que el instinto homicida que corre por sus venas y le llevaron a esa institución mental no se borran por muchos años enterrado entre cuatro paredes y un techo. La mente humana es el elemento mas complejo del universo y una mente enferma puede llegar a ser un verdadero cúmulo de ideas distorsionadas de la realidad. En esta clase de mentes lo blanco se vuelve negro pero no solo en ese aspecto, tambien puede tomar una acción cotidiana y modificarla a su gusto. En cierta medida todas las mentes tienen cierto grado de enfermedad pero lo que nos salva de cometer los actos asesinos o psicóticos que dicta a veces es simplemente nuestra conciencia. En el caso de un asesino psicópata le es imposible no obedecer a esos arrebatos malignos ya que carecen de conciencia.
Por fin entra en la ciudad. Tal y como se esperaba no hay un alma en las calles iluminadas por las farolas y todo está en silencio.
Poco mas adelante la calle es bloqueada por una enorme barricada en llamas.
Ante la imposibilidad de seguir avanzando detiene el coche y continúa a pie. Se siente nervioso ya que carece de cualquier arma para defenderse y lo cierto es que eso es bastante comprometido en lugar sitiado como este.
Pasa por al lado de la barricada buscando una armería o algo parecido donde encontrar un arma pero lo cierto es que aunque la encontrase sería muy dificil acceder al interior ya que las puertas estarían cerradas. Poco a poco va abandonando la estúpida idea de cambiarse de ropa... le está viendo la boca al lobo y solo quiere centrarse en eso.
Roger tiene la teoría de que lo importante no es como solucionar una situación, sino saber en que situación estas. Si posees la respuesta todo está arreglado. La solución viene por si sola, el mismo instinto de supervivencia te hace actuar del modo correcto para sobrevivir...por desgracia en rara ocasión sabemos cual es la situación en la que nos encontramos. Tiene otra teoría según la cual no hay que preocuparse de buscar respuestas u orígenes a un, por ejemplo, peligro que nos aceche. Lo único importante es saber salir airoso. Una vez pasada la tormenta ya nos podemos "preocupar" tranquilamente del origen de sea cual sea el mal que nos molestaba. De modo que ¿qué demonios importa la procedencia de esas alimañas? Lo primero es ocuparse de continuar vivo. Un puñado de años encerrado dan mucho que pensar, e ahí el origen de estas ideas.
Su melena negra ondula con la brisa nocturna que le acompaña mientras continúa avanzando con decisión por la calle. Hay muchos coches aparcados, contenedores tirados, a lo lejos parece oirse una alarma, boca calles oscuras en cuyos adentros puede aparecer cualquier cosa y por su puesto tambien hay soledad. La ciudad ha sido evacuada y al parecer las criaturas tambien se han ido...o al menos eso parece. Puede que estén cazando a su vista desde las alturas en los tejados y azoteas de las casas. De momento las únicas compañeras de viaje son la incertibumbre y la duda.Unas auténticas zorras sobre todo si estás asustado.
Como de la nada un hombre sale de un callejón topándose con Roger violentamente. Los dos se sobresaltan y casi caen al suelo.
Ambos hombres se quedan mirandose fijamente unos instantes. En la cara del desconocido de dibuja un rostro alegre y amigable.
-¿quién eres? -pregunta asperamente Roger.
-me llamo Lucio...¿y tú?
Roger lo mira de arriba a abajo asegurándose de que no se trata de alguna criatura anómala.
-Me llamo Roger. No voy a andarme con rodeos...acabo de salir del psiquiátrico que hay en las afueras y lo cierto es que no se exactamente que es lo que ha ocurrido. Tu tienes cara de veterano así que explícamelo.
El hombre se seca el sudor de la frente con la palma de la mano y mira a Roger. Tras una breve pausa le confiesa:
-No lo sé. Lo cierto es que no tengo ni idea de donde han salido estas cosas. Solo se sabe que han aparecido de un momento a otro causando todo esto.
-¿Si? Eso no importa. ¿Sabes si las bestias siguen aquí?
El hombre mira a su alrededor nervioso.
-No lo sé...no sé nada. Llevo metido en un contenedor de basura al menos dos horas. Hace un momento que salí y me e encontrado con esto...esperé a que las fuerzas de seguridad aplacaran la situación, pero no queda rastro de nadie.
-Ya...es jodido -Roger le da la espalda y continúa caminando en la misma dirección que seguía antes de toparse con él.
-¡oiga! -grita el hombre- ¿a donde va?
Sin volver la vista atrás Roger murmura -voy a donde pueda seguir con vida- se detiene y se da la vuelta- ¿tienes un arma? -pregunta.
-Pues...no, ya te e dicho que llevo horas metido en un contenedor.
-¿Sabes? ¡Esta conversación se me antoja un tanto patética! -grita Roger desesperado- ¿Acaso no hay alguien mas en esta puta ciudad? No, por lo que veo solo queda con vida un pedazo de basura andante.
Lucio se queda mirándolo con los ojos muy abiertos y sin saber que decir exactamente. No sabe si replicarle o cerrar la boca y dejar pasar todo. Tratándose de un tipo que acaba de salir del psiquiátrico sin el consentimiento de un especialista lo mejor será dejar la cosa como está.
-bien lucio -dice Roger serenamente- quiero que me acompañes. Ya que eres lo único que hay tendré que resignarme.
-Está bien, no hay problema -responde Lucio con las orejas gachas.
Empiezan a caminar por donde indica Roger sin mediar palabra. Aparte del miedo tampoco se encuentran muy cómodos con la compañía que se están haciendo mutuamente.
Pocos metros recorren por la extensa calle antes de ver algo a lo lejos. Es un bulto que recuerda al que vio Roger cuando salió de su celda. Está situado frente a una oscura bocacalle. Parecería un cadáver de no ser por que se mueve. Efectúa lentos movimientos con sus piernas y parece intentar arrastrarse con ayuda de sus brazos. No hace ningún sonido; ni lamentos, ni gritos ni respiración fuerte. Nada.
Ambos hombres se detienen a varios metros del herido. Roger entrecierra los párpados mientras lo ojea desde lejos -aquel tipo sigue vivo- afirma.
-Ayudémosle malditasea -dice Lucio con una sorpredente convicción.
-De eso nada. Ya tenemos bastante con cargar con nuestras vidas.
Repentinamente aparece una de las criaturas por la bocacalle. Anda a cuatro patas y se ollen los chasquidos de sus garras al apollarlas en el asfalto de la calle. Se acerca al herido mientras este intenta defenderse moviendo brazos y piernas con algo de mas velocidad. Está acabado.
El monstruo le muerde la garganta por la parte de alante y aprieta sus mandibulas a mas no poder. La cara de su víctima de contrae de dolor y al ponerse tensos sus músculos faciales.
Un sonido ronco sale de la boca de ese pobre hombre cuando la bestia le saca la tráquea por la garganta. Su boca comienza a llenarse de sangre que le chorrea por las mejillas y el resto de la cara y se le mete tambien por las fosas nasales. Muere asfixiado por su propia sangre.
La bestia mástica su comida mientras la va tragando y sus fauces gotean sangre.
Justo al lado de la macabra escena hay un coche aparcado. Una de las puertas se abre bruscamente mientras estallan los cristales de la ventanilla. Del interior del coche sale otro engendro atraido por la sangre. Se acerca gruñendo a su compañero, ocupado de su banquete y que al parecer no le molesta tener a un anfitrion mas en su mesa. Los dos se ponen a deborar el cuerpo.
De la oscura bocacalle surgen otros dos monstruos iguales que los demás. Con sus rostros sin ojos y esa gran boca sin labios situada casi en mitad de la cara. Todos van a comer del cadaver. Aparece un cuarto monstruo. Este cae desde el tejado de una tienda sobre sus cuatro patas, igual que un felino. Tambien se acerca al banquete.

[Nyko]

hola patrick_bateman bienvenido a la web,espero que lo pases bien con nosotros

aun no me he leido el texto,pero como primer consejo creo que deberias ir separando los parrafos con espacios para hacer mas facil su lectura al lector

un saludo y cuando me lo lea hablamos

[Patrick_Bateman]

[deren_star]

Hola Patrick, bienvenido a la tumba.

He leido tu relato y es bueno. El inicio me recordo un poco a la peli "En la boca del miedo" de John Carpenter, no se si la habras visto.

¿Comentarios? Lo que dijo Nyko de separar los parrafos, y algun error ortografico ocasional, pero en general esta bastante bien.

[Donatiena]

[Patrick_Bateman]

[Donatiena]

[Patrick_Bateman]

[deren_star]

[Donatiena]

[Patrick_Bateman]

[Patrick_Bateman]

[Patrick_Bateman]

[Patrick_Bateman]

ya he visto en la boca del miedo! joder...hasta me asuste...se puede decir ke la peli SPOILERacaba justo en el momento en ke empieza mi relato...se podria decir ke he exo una continuacion y os aseguro ke cuando lo escribi no habia visto la pelicula! me kede un poco de piedra cuando vi la similitud...

[Patrick_Bateman]

ya he visto en la boca del miedo! joder...hasta me asuste...se puede decir ke la peli SPOILERacaba justo en el momento en ke empieza mi relato...se podria decir ke he exo una continuacionSPOILER y os aseguro ke cuando lo escribi no habia visto la pelicula! me kede un poco de piedra cuando vi la similitud...